¿Por qué el mundo actual gira tan rápido y juega tanto con nuestra atención?
Recuerdo hace años cómo la atención era algo que sobraba. Un niño podía estar horas con un muñeco de trapo, un estudiante horas atendiendo en clase (si le gustaba la misma) y si era especialmente perezoso horas sin hacer nada.
Hoy en día esto es imposible. Nos han adoctrinado a hacer algo, si es consumo de algo, mejor. Somos meras máquinas de consumir, contenidos, información, comida, productos, ideas consumimos todo y las consecuencias de este macroconsumismo es que no paramos a atender, pensar, procesar o simplemente a no hacer nada. Por lo menos hasta ahora no hacer nada es legal.
¿Cómo hemos llegado al punto en que los niños menores de 16 años saben usar tik tok mejor que sus padres? ¿Cómo hemos llegado a que una persona pueda incluir una idea en millones de fans fieles sin que éstos duden lo más mínimo? ¿Cómo hemos llegado a que las compañías, como pajarillo madre, nos de todo hecho para no tener que pensar y seguir consumiendo sus productos ya sean unos u otros? ¿Cómo hemos llegado a ese punto de incertidumbre donde en lugar de pensar en comer, vivir, ser amigo de tus amigos, formar parte de tu familia, estudiar o pensar en el limbo? Pensamos de forma cíclica y cada vez más frecuente en: «Uy! Ha salido esto! ¿Qué puedo hacer para tener la pasta y comprarlo?» La pasta, ese medio por el cual todo, TODO, se puede conseguir. Al menos es lo que nos venden.

Nos encontramos estos días con una situación que hace que todo el mundo nos haya dado la vuelta cual guante. Pero hay cosas que se mantienen. Los devoradores de atención y generadores de pulsiones consumistas siguen erre que erre.
Creemos que el trabajo, el estrés del día a día, lo que nos acontece, nos provoca enfermedades leves, traumas y situaciones de sobre estress, pero, ¿qué pasa con los sobreestímulos contínuos? Si la contaminación es mala, ¿por qué respiramos porquería? ¿Qué pasa con la sobrestimulación continuada de nuestas intenciones de compra, sobreintervención para ocupar nuestros ratos de ocio, etc.?
Quedar con un amigo, leer un libro, quedarse en babia, dormir, son cosas que tienden a ser mínimas últimamente, salvo que quedar con el amigo sea ir a un bar (consumir) y estar ambos mirando el móvil en lugar de hablar, o leer el libro implique una editorial puntera o macro compañía vendiéndotelo digitalmente para que no te arrepientas provocando que queramos leerlo ya, y lo de dormir no tardarán en hacerlo productivo. No se cómo pero lo harán en cuanto sea socialmente aceptado.
No sabes, querido amigo Faralai, cuanto coincido con el fondo del mensaje que nos lanzas con este «post».
Este es un mundo en que se confunde la fama con el éxito y el «vive cada momento» con la felicidad. Los objetivos son los que son, la fidelidad, la lealtad, el esfuerzo, la dignidad, el saber estar, son valores que están muy por debajo de lo que es conseguir muchos «like». Mientras tanto el Sistema sigue pensando que es mejor que nuestros se empapen en alcohol antes que se se vuelvan comprometidos con el Poder y que los «viejos» cincuentones se vayan al paro y/o a la anticipada, no sea que su experiencia demuestre los errores del que manda.
Debe haber un camino para no seguir avanzando hacia el abismo … como diría uno de mis más viejos amigos cuando las cosas nos iban mal en alguna de nuestras obras … ¿Tú sabes qué? … ¿Tienes soluciones amigo Faralai?
Feliz domingo.